miércoles, 12 de noviembre de 2008

Análisis del debate CF, por Esteban Poole Fuller

Este texto ha sido enviado por Estaban Poole Fuller al correo del Centro Federado. Ha sido publicado en su integridad, sin modificación alguna.

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Análisis del debate CF

Esteban Poole Fuller


Este 5 de noviembre tuvo lugar, en el café cultural de EEGGLL, el debate entre las listas que se presentan al Centro Federado de Estudios Generales Letras. El local se llenó pero el auditorio no fue numeroso. Lo que es más significativo aún, la mayoría de los asistentes eran candidatos o simpatizantes de las listas en pugna y no pocos de los restantes eran estudiantes de otras facultades. La retórica y las propuestas de cada grupo indican que la politización ha avanzado en la facultad de Letras. Las listas que se presentaban, el Frente de Izquierda Universitaria (FIU), Unión Estudiantil (UNES) y Progreso por Letras (PPL) hicieron alusión a sus visiones de la política y a las ideologías, aún en los casos en que buscaban desmarcarse de éstas.

Lo más probable es que, dada la escasa asistencia al debate, las decisiones de muchos de los que voten se determinen por lo que les transmitan los pocos concurrentes al debate que no estaban implicados en las campañas. Por eso, a la hora de escribir estas líneas, siento que tengo la responsabilidad de captar la esencia de cuanto se dijo y de expresarlo con precisión. Comprender las tendencias de los candidatos al CF de Letras no es un asunto banal. Ellas tienen implicancias en las medidas que tomen o deje de tomar cuando lleguen a la directiva.

La primera impresión con respecto a las tres listas: FIU, UNES y PPL se podrían resumir en los calificativos de demagogia, populismo y apoliticismo. Sin embargo estas son simplificaciones. Lo mejor será pasar una breve revista a lo que nos ofrecen para que cada uno saque (o refuerce), sus propias conclusiones.

FIU

Fue el grupo que más apeló a reivindicaciones y principios. Pedro Llanos, candidato a la vicepresidencia del CF por el FIU, afirmó que la suya no era sólo una opción política sino una revolución joven. La crisis de representación estudiantil, afirmó, se resolverá con el cambio pero sólo si éste es guiado por un norte político. Su lema de campaña, no conseguir la revolución sino intentarla, ilustra mucho de su propuesta. El FIU declara apuntar más allá de las elecciones para ser un órgano que trabaja por el cambio dentro y fuera del CF. De llegar al CF será transparente y autónomo. No trabajarán sólo para la izquierda porque creen en la inclusión y en la participación. Por ello no cerrarán los espacios horizontales de diálogo y buscarán acoger las ideas y críticas de todos los estudiantes.

El discurso de Llanos se centró en la necesidad de fortalecer al gremio estudiantil, generar una mayor integración entre las secretarías del Centro Federado y, recuperar su rol como centro de debate. Esto implica involucrar más al CF en temas extrauniversitarios (lo cual podemos deducir que ha de traducirse en más pronunciamientos y participación en protestas) y propiciar la concientización política del alumnado. Por ello considera fundamental buscar la integración de los estudiantes con el resto de la sociedad. Esta es, de acuerdo con los representantes del FIU, la médula de la propuesta de la izquierda para la universidad. Llamó la atención su deseo de convertir fechas con marcado cariz político, como el 1 de Mayo, el día del campesino y el aniversario del informe de la Comisión de la Verdad, en celebraciones importantes para la vida universitaria. Asimismo, la defensa de los trabajadores dentro de la universidad fue insistentemente enfatizada como una misión fundamental. Ante los señalamientos de que esto podía considerarse como demagógico, respondieron que sería incoherente con su propuesta política el no asumir la defensa de todos los miembros de la comunidad universitaria.

Por último, los representantes del FIU criticaron a las autoridades por su tendencia a la elitización de la universidad y su intención de dividir a la comunidad universitaria (relacionadas con la construcción del campus este); el mal trato que, afirman, dan a los estudiantes y trabajadores; y el manejo poco transparente del presupuesto. No obstante, a pesar de que insistieron en que no habían tenido suficiente tiempo para exponer sus iniciativas, quedé con la impresión de que su discurso, posiblemente el mejor articulado de los tres, expresaba muchos principios e ideas generales pero era el que menos propuestas puntuales contenía.

UNES y PPL, en cambio, las tuvieron en profusión, aunque no todas resultaran convincentes y algunas fueran, francamente, cuestionables.

UNES

El vocero de UNES admitió que su presentación había sido bastante pragmática. Para ellos no hay problema en hacer más de lo mismo. El cambio no es un fin en sí mismo. Se trata de hacer mejor lo que no se hace bien actualmente. Sus planes eran posiblemente los más ambiciosos y abarcaban desde reformas orgánicas hasta fórmulas administrativas muy concretas. En el abanico de ofrecimientos se observaba un cierto cariz populista mezclado con aspiraciones de mayor control sobre la vida de la facultad. El eje de su proyecto consiste en fortalecer la institucionalidad; comunicar los efectos reales de las políticas llevadas a cabo en la universidad y la sostenibilidad, eficacia y transparencia en la labor del CF. Para ello, sostienen, se necesitan acciones concretas y un plan de trabajo a largo plazo que no se desmantele con los cambios de dirección. Del mismo modo se debe reforzar la institucionalidad del gremio, dándole mayor formalidad y seriedad en su desempeño[1].

Entre lo más significativo del programa de UNES está la organización de un claustro pleno (consistente en una jornada en que se suspenden clases en la facultad para discutir entre estudiantes, profesores y autoridades una serie de reformas a su estructura académica)[2]. Otra propuesta fue que el CF asuma funciones que están en manos de la universidad tales como la bienvenida al cachimbo. Finalmente, ofrecen crear un fondo participativo que permita financiar las iniciativas culturales de los estudiantes.

Entre los numerosos planes anunciados por UNES para mejorar la gestión hubo algunos de carácter económico: aumento del presupuesto para caja chica y destinar un 10% de los ingresos a un fondo de emergencia para gastos extra. Otros buscan mejorar la transparencia: la publicación de los gastos y la creación de un archivo del CF. Las propuestas de carácter académico eran de significación y se prestaban para la controversia. Una de ellas era introducir criterios para seleccionar sólo a jefes de T’s con un rendimiento aceptable y capacitarlos en la historia de Letras, el estatuto universitario y los derechos del estudiante. Otra era crear un espacio para opinar sobre el desempeño de los jefes de prácticas. Hubo, sin embargo, una idea que llamó en especial mi atención. Se trataba de establecer un sistema de observadores secretos de la secretaría de defensa que colocaría a dos (que no se conocieran entre sí) en cada clase. Esta propuesta pareció bastante cuestionable y, me atrevería a decir, peligrosa, pues, además de evocar a la policía secreta de los regímenes autoritarios, significaría una forma de intimidación a los profesores y quebraría el clima de confianza en las clases en perjuicio de los propios alumnos.

Hubo, de otro lado, cuestionamientos debido a que el presidente y varios otros miembros de la lista de UNES estaban pasando el próximo ciclo a la facultad de Derecho y, dado la exigencia académica en ésta, parecía improbable que le prestasen mucha atención a sus cargos.

PPL

PPL se definió como una propuesta de representación estudiantil sin ideología ni influencia política. Vale la pena apuntar que es el más joven de los grupos en contienda -se formó para la actual elección al CF- y es el único que carece de un radio de acción política fuera de la facultad. Ellos sostienen que su tendencia no es de izquierda, de centro ni de derecha, sino que mira hacia adelante.

Según afirman los representantes de PPL, sus propuestas se basan en encuestas antes que en ideas producto de la inspiración de sus miembros. De llegar a la directiva del CF recibirían las iniciativas de todos los miembros de la comunidad universitaria sin tener en cuenta sus filiaciones. Por ello, las decisiones que tomen deberán contar con una amplia participación estudiantil. Observando sus proposiciones me arriesgaría a definirlos como demócratas de base preocupados ante todo por el consenso antes que la confrontación o la imposición de ideas prefijadas. Justamente sobre el tema de la opción política del PPL Pedro Llanos tuvo una intervención que, a mí entender, fue algo desafortunada, cuando comparo su apoliticismo con el fujimorismo.

En general los planes del PPL eran los más modestos, aunque ello no significa que todos fueran viables. Su presidente destacó como quintaesencia de su plataforma la idea un tanto audaz (y para muchos difícil de implementar) de formar “focus groups” con un representante de cada estamento de la comunidad universitaria (estudiantes, profesores, trabajadores y autoridades universitarias) elegido al azar en cada una de las sesiones que se realizarían mensualmente. En relación a la labor del propio CF, se publicaría mensualmente un boletín para comunicar todas sus decisiones y se plantearía una agenda para cada una de sus reuniones. Mostrando una loable sensibilidad por el bienestar universitario se prometió la adquisición de un botiquín para la oficina del centro y buscar financiamiento para implementar carpetas para zurdos y baños para discapacitados además de aumentar el trabajo de proyección social (algunos no dejaron de notar que este interés por la acción afirmativa tenía en sí mismo un sesgo político cercano al de la izquierda) En defensa del carácter humanístico de la facultad tuvieron ideas como organizar foros que discutan temas académicos y mejorar los horarios del plan adulto.

A pesar del interés de sus formulaciones hubo tropiezos a lo largo de la exposición que podrían minar su credibilidad. Por un lado podría hablarse de un “reciclaje” de propuestas dado que la feria vocacional que anunciaron que sacarían adelante ya se piensa llevar a cabo y la propuesta de encuestar los servicios de la facultad está siendo sacada adelante en el consejo de Letras. Lo más clamoroso, sin embargo, fue que se propuso que el CF organizase actividades culturales que ya realizan este mismo u OPROSAC.

No pude dejar de notar que, contrastando con la elocuencia retórica del FIU y la soltura de UNES, faltaba una similar competencia en esta lista. Los gestos y la voz del candidato a presidente eran vacilantes y ello lo hacía parecer poco convincente. Por el contrario, la candidata a la vicepresidencia hablaba de sus autodefinidos asépticos proyectos con una exaltación más propia de revolucionarios y con una dicción francamente deficiente.

Resumo seguidamente aquello en lo que divergen las tres listas en sus propuestas para alentar el interés de los estudiantes en la vida de la facultad:

Para FIU la mejor forma de alentar el interés de los alumnos en la vida de la facultad es convocar a eventos tales como debates y conferencias de connotación política y social.

Para UNES los eventos culturales, no los pronunciamientos políticos, serán la mejor forma de integrar a los estudiantes.

Para el PPL la solución sería implementar publicidad móvil para hacerla más llamativa.

Hubo consenso en pocos temas con la excepción de la vida cultural. Todos coincidieron en la necesidad de continuar con las actividades culturales que ha llevado a cabo el actual CF (posiblemente su aspecto más meritorio), como la publicación la revista El efecto Rashomon, la guerra de bandas y los recitales poéticos. Igualmente todos se mostraron en desacuerdo con los excesos de la DAES al poner trabas a las proyecciones audiovisuales estudiantiles. Hubo algunos matices. UNES lanzó la propuesta de organizar una noche de cine todos los meses (llegando a una solución a la controversia con la DAES asegurando el abastecimiento de cintas originales por parte de la biblioteca) y la organización de una semana histórica de Letras cada ciclo en la biblioteca central. El PPL anunció que llevaría a cabo un concurso de stand up comedy.

La gestión del CF saliente me ha parecido en este sentido muy meritoria pues ha sabido conjugar el interés por los asuntos más coyunturales, como el fomento a la actividad artística y cultural, con una visión lúcida (y pluralista) que ha servido de guía para llevar adelante iniciativas interesantes. Ahora hay que esperar que quienes la sucedan sigan adelante con el trabajo realizado y aporten mejoras. Para ello deben proyectarse más allá de los límites de su doctrina o intereses partidistas. Y, si al momento de elegir no se aprecia en ninguno de los grupos esta voluntad ni la madurez y preparación suficientes para afrontar los retos concretos que representa el cargo, el voto en blanco y viciado siempre es una opción pues el quedarse sin elegir puede ser mejor que lamentar un error.

[1] Habría que notar que esto podría significar un espacio más distante hacia el estudiante.
[2] Siguiendo el ejemplo de Derecho, donde piensa llevarse a cabo próximamente.